
27 de marzo de 2011
Palabras de Elena Aub Barjau, presidenta de la Fundación Max Aub, en la presentación de Valencia
Queridos amigos: muchas gracias por acompañarnos. Hoy nos toca presentarles otra de las facetas del Max escritor: su cara divertida.
Max fue hombre de convicciones profundas que le acompañaron a lo largo de toda su vida. Una de ellas fue que la vida y las alegrías había que disfrutarlas siempre que se pudiera. Y así lo hizo. No me cabe la menor duda de lo mucho que disfrutó Max escribiendo y dibujando estas "barajas". Si miran con cuidado los dibujos, descubrirán sus guiños divertidos y maliciosos. Como siempre, Max trabajaba mucho, pero al tiempo que cumplía sus compromisos, se dejó un hueco los viernes por la tarde para montar en su casa de la calle de Euclides una sabrosa "timba" de póker. Al principio éramos pocos: una sola mesa. Un par de años después ya eran dos las mesas y la "jugada" se cambió a los sábados.
Inventaban toda clase de variaciones al póker. Resultaba divertido por las discusiones (entre risas) al perfeccionarlas. Sin levantarse de la mesa, Peua les reponía fuerzas con suculentas cenas frías. Como Max todo lo remitía a la escritura, no dudo de que fuese un viernes cuando pensó por primera vez en este su Juego de Cartas. Con tanta gente alrededor, tantas risas y estratagemas de juego, seguro que su imaginación emprendió otra batalla. Como Max era un hombre muy ordenado (si no, no se hubiese podido recuperar el Guernica de Picasso), pensó enseguida en unas Reglas del Juego que permitiesen formalizarlo. Las leeré a continuación:
Se baraja, corta, reparte una carta a cada persona que toma parte en el juego. La primera, a la derecha del que dio, lee su texto, luego, el siguiente, hasta el último. Después, el primero saca una carta del monte formado por las que quedaron, la lee, y así los demás sucesivamente, hasta acabar con los naipes.
Puede variarse el juego dando, desde el principio, dos o tres cartas, a gusto de los jugadores, con la seguridad de que el resultado será siempre diferente.
Es juego de entretenimiento; las apuestas no son de rigor.
Permite, además, toda clase de solitarios.
Gana el que adivine quién fue Máximo Ballesteros.
Pues eso: barajen, corten, repartan, lean, imaginen y, sobre todo, ¡diviértanse!
Gracias.
15 de marzo de 2011
LO QUE DICEN OTROS BLOGS DEL JUEGO DE CARTAS
Os ponemos un enlace con otro blog literario, que hace referencia al Juego de Cartas de Max Aub.
http://elsindromechejov.blogspot.com/2011/03/juego-de-cartas-max-aub.html
http://elsindromechejov.blogspot.com/2011/03/juego-de-cartas-max-aub.html
Suscribirse a:
Entradas (Atom)